Carnisseria Seró

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En julio pasamos una semana en el pueblo de la abuela de mi pareja. Un día salí con la niña a comprar. Me pareció todo bastante cutre: la frutería en la plaza del pueblo sin ningún precio marcado y tenías la sensación de que el hombre te cobraba lo que quería y encima en lugar de tique me dio un papel escrito a mano; un super carísimo; y lo peor la carnicería SERO: había dos mujeres atendiendo que a pesar de estar la tienda llena de gente, ellas estaban más preocupadas en mal hablar de los gatos que en atender a su clientela. Con unas palabrotas que por educación no pienso repetir, sin respeto por la presencia de mi niña. A parte de que somos amantes de los gatos y tenemos a una gatita a la que queremos con locura. Quería salir, quería llorar, pero me quede paralizada ¿Como puede haber este tipo de monstruos por el mundo? No sabría decir quien estaba peor de la cabeza, si la madre o la hija. Me atendió la hija y rápidamente me di cuenta de que tenía alguna discapacidad intelectual. A la que me acerque al mostrador empecé a percibir mal olor, solo compre medio pollo ya que no podía aguantar más el hedor. Cuando llegamos a la casa cogí el pollo y lo tiré directamente a la basura, aun y envuelto apestaba. El día que maten a alguien entonces la autoridad sanitaria actuara.