Descripción
Es visible junto a la riera de Vallforners, ante el molino de las Pipas. En el siglo XII pertenecía a la familia Cànoves y durante los siglos XIII y XIV fue propiedad de los Bell-lloch. En 1319, Simó de Bell-lloch quiso edificar una capilla y, de hecho, obtuvo permiso para que se pudiera decir misa en una habitación del castillo. A partir de mediados del siglo XIV, pasó por diferentes poseedores hasta que finalmente fue adquirido por los Centelles, que fueron los propietarios hasta tiempos modernos. Acutalmente, el castillo conserva importantes lienzos de muros de todo su perímetro, con aberturas y alguna dependencia.
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