Descripción
Capilla románica del siglo XI
Sant Martí de Pertegàs fue la primera iglesia parroquial del término, hasta que se construyó la actual. Los primeros documentos que hacen referencia a esta iglesa son del año 1031 y el 1044, en el testamento de un tal Ricolf. Entonces el núcleo urbano aún no estaba formado, y el término no se llamaba Sant Celoni sino Pertegàs, nombre del afluente del La Tordera que pasa cerca de la capilla. Los habitantes de la zona, en aquella época, habitaban en masías dispersas.
El edificio originario era una iglesia románica sencilla, de una nave con cubierta de bóveda de cañón apuntado, que es la parte que se ha conservado. La pequeña parroquia inicial en seguida resultó insuficiente, y fue reconstruida y consagrada en 1106 por el obispo Berenguer, y ampliada y reformada de nuevo en el siglo XIV (las obras se terminaron en 1369).
El desarrollo del actual núcleo urbano de Sant Celoni, al pie del camino real, favorecido por la situación privilegiada a medio camino entre Girona y Barcelona, propició la progresiva decadencia y abandono de la iglesia en favor de la nueva iglesia que se comenzó a construir en 1630 más cerca del núcleo urbano, también consagrada a san Martín, y que se convirtió en parroquial a partir de 1703. A mediados del siglo XIX, la iglesia de Sant Martí de Pertegàs ya estaba en ruinas, y se construyó la capilla que ahora vemos aprovechando las paredes que quedaban en pie, consagrándola a san Erasmo.
Procedente de esta primitiva parroquia se conserva una tabla del retablo del altar de Sant Vicenç, hecho por Ramon Destorrents (siglo XIV), en el Museo Diocesano de Barcelona; y el retablo de Santa Anna, San Bartomeu y Santa Magdalena, obra de Jaume Huguet (encargada hacia el 1470), del que se conservan las tablas dedicadas a la Crucifixión en la parte central del tríptico y el desuello de san Bartolomé y la muerte de María Magdalena en los dos lados, actualmente en el MNAC.