Introducción
El Empordanet el apodo, más bien del contexto literario, con el que se conocen las tierras ampurdanesas. Del paisaje que nos rodea destacamos la variedad y riqueza de los campos de cultivo que aprovechan la llanura aluvial a ambos lados del curso bajo del río Ter. Nos hipnotiza el contraste de formas, colores y texturas de un paisaje que se transforma en cada estación del año.
Destaca también la abundancia de núcleos de población de origen medieval, muchos de ellos situados en lo alto de las colinas, con calles estrechas y sinuosas, articuladas alrededor de la iglesia, punto culminante y referencia visual de los pueblos.
Todo este paisaje rico y singular tiene como telón de fondo las imponentes montañas del Pirineo, normalmente emblanquecidas por la nieve en el invierno y gran parte de la primavera.