Introducción
Caminamos por el valle de la acequia de Matamosses que en muchos puntos forma un cañón cuyas aguas transcurren entre muros de piedra. A ratos el bosque es abrumador, los bojes hacen de muralla impidiendo la penetración en el verdor del conjunto. Otras veces, incluso, forman un túnel haciendo el camino aún más sombrío. Encontramos pino albar, roble y encina, avellanos y también otras especies menos extendidas como el arce blanco o el arce común, de colores irresistibles en otoño.
El arce blanco es un árbol del grupo de los arces. Tiene la típica hoja palmada que caracteriza estos árboles pero, a diferencia de los arces comunes, los lóbulos no son tan marcados. Es caducifolio y en otoño toma unos bonitos colores amarillos y rojizos. Lo podemos encontrar de forma dispersa en gran variedad de bosques, a menudo robledales y pinares de pino albar, en laderas húmedas y en las cercanías de acequias y torrentes.