Introducción
Nos encontramos en la explanada de la fuente de Quico rodeados por un ambiente mágico, conformado por diversos actores; caprichosas formaciones graníticas de formas redondeadas, plataneros plantados aquí y allá, que hacen sombra y frescura al ambiente, y frutales como el níspero y el cerezo que acaban de conformar un escenario perfecto y atractivo para los bichos que habitan el lugar.
El agua abundante que mana permanentemente antes regaba unos huertos más abajo y ahora calma la sed de los habitantes del bosque. Por ello, en verano y a primera hora del día o al lado de la tarde, el escenario está siempre acompañado por una banda sonora de mirlos y caracolillos.