Introducción
El margen de vegetación clareada a tocar de los bien cuidados cultivos de la llanura de L'Alzina, que iremos vislumbrando a la derecha de nuestra marcha, son un buen lugar donde las condiciones permiten que la aulaga crezca en gran profusión, llegando a formar extensos aulagares. Es una planta altamente punzante, ya que tiene todos los tallos cubiertos de robustas espinas, lo que la hace del todo inexpugnable. Florece a finales de otoño y durante el invierno y a menudo hasta el principio de la primavera, formando unas llamativas extensiones de color amarillo limón muy vivo. Es una planta termófila, es decir, que prefiere lugares claramente expuestos al sol y a la luz, y que suele crecer en lugares despojados de vegetación arbórea. Una vez en este lugar en plena floración en quedaréis bien iluminados.
Las aulagas adultas, más leñosas, son altamente inflamables y los pastores las encendían espontáneamente para calentarse en invierno. También eran aprovechadas para tapar y dificultar la entrada de animales en cuevecitas y barracas o terminar de hacer más infranqueables las vallas o cercados para el ganado.