Introducción
Hemos llegado al encajado torrente de la umbría, tributario del arroyo de Torrelletes, que se forma en estas vertientes.
Estamos en la parte más encarada al norte de esta vertiente que venera ya claramente la cuenca del Llobregat. El torrente de lecho rocoso y escalonado que podemos observar desde donde estamos acaba, como quien dice, de nacer, pero nos lo podemos imaginar tras fuertes o continuadas lluvias formando saltitos de agua bien bonitos. Es quizás uno de los secretos de estos rodales: eso sí, tendremos que esperar a que haya llovido bastante el día de antes o, incluso, las horas inmediatamente anteriores. Evidentemente, la vegetación tiene toda ella otro aspecto, ya que estamos en pleno dominio potencial del encinar mediterráneo y eso se nota en el sotobosque y en el aspecto general de la masa boscosa. De hecho, una de las especies que podemos ver asociada al encinar es el madroño, muy conocido sobre todo por la abundancia de su fruto, las cerezas de pastor también llamadas madroños, como la misma planta, que maduran con su rojo intenso a finales de otoño y principios de invierno. El madroño, como en realidad es un árbol, si tiene espacio puede crecer de forma considerable. Tratándose de una especie típica de sotobosque, sin embargo, generalmente presenta un porte arbustivo.
Si continuamos unos 100 m más allá, encontraremos una zona donde crecen bastantes juncos, lugar muy húmedo donde había habido una fuente ahora desgraciadamente perdida.