Introducción
Aquí, en la parte baja del macizo, y en orientación a solana, la encina encuentra su lugar. Podéis ver como este encinar fue transformado por los antiguos carboneros que, para extraer tan valiosa materia, cortaron y obligaron a rebrotar las encinas para obtener madera del tamaño adecuado. Como muestra de esta actividad, se puede ver al lado del camino, por ejemplo, una encina con ocho rebrotes.
El trabajo de los carboneros era duro. La carbonera humeaba día y noche durante semanas bajo la atenta mirada de los carboneros. Una vez se deshacía la madera escogida, se debía bajar por estas pendientes y comercializarla por toda la llanura del Vallès. Esta actividad, aquí, en el Montseny, desapareció en la década de los 50.
Por otra parte, desde aquí se puede ver en la distancia el castillo de En Bori, que parece salido de un cuento de hadas.