Introducción
En esta zona más sombría, bajo las encinas y los helechos que crecen cerca del tronco (hierba pigotera), cabe destacar la presencia del tejón, simpre arisco, simpático y limpio. ¿Habéis visto los pequeños agujeros en el suelo? Pues el tejón los utiliza como baño y es posible que dentro encontréis alguna sorpresa.
También es fácil que se escuche el grito de alerta de la numerosa y siempre vigilante población de arrendajos (foto), que predomina en esta colina, avisando al resto de habitantes del bosque de nuestra presencia o de posibles depredadores. El arrendajo es de la familia de los córvidos; arisco y difícil de ver, se mueve rápidamente por las copas de los árboles y come bellotas de encina.
Foto cedida por: Pep Fernández.