Introducción
Incendio de 1994. La capacidad destructiva del fuego varía a lo largo de la superficie quemada. Tiempo después, la vegetación que encontramos aquí es el resultado de ello. Eliminados los árboles, los arbustos que tienen capacidad de rebrotar lo harán y, donde no lo hagan, encontraremos claros donde aparecerán otras especies.
El brezo arbóreo, el falso aladierno de hoja estrecha y el madroño han rebrotado. En este punto, domina el madroño (Arbutus unedo) formando un madroño. Arbustos grandes (3-5 m), de hoja persistente en forma de lanza, duras y con el margen finamente aserrado. Muy bonito cuando, a finales de otoño-invierno, se llena de cerezas comestibles: las cerezas de pastor. Se deben comer muy maduras y no demasiado porque pueden hacer dolor de cabeza. Antiguamente se fermentaban para obtener bebidas alcohólicas. Su madera es muy buen combustible y se utilizaba en los hornos tanto de casas como de bosque (hornos de cal...), y de las raíces se podía hacer muy buen carbón.
Este nuevo ambiente crea una mayor diversidad paisajística y, en consecuencia, también favorece la presencia de otras aves de espacios no arbolados, como las currucas, el triste, el ruiseñor, la tarabilla o el chotacabras pardo, entre otros; insectos como las mariposas o los saltamontes, y reptiles que quieren lugares donde el sol caliente el suelo.