Introducción
Tras el fuego, en los espacios que quedaron completamente calcinados, se establece un prado y, poco a poco, van apareciendo plantas arbustivas que llegan de zonas cercanas, las cuales terminarán cubriendo el espacio y ganando una altura de hasta un metro. Es la maleza o broza.
En este punto, podéis ver la diversidad de arbustos que forman estas malezas. Todos con floraciones y formas de hoja completamente diferentes. El brezo con hojas parecidas a un ciprés y de floración abundante en rosa en los inicios de invierno; el tojo, sin hojas, con pinchos y floración amarilla, también en invierno; las estepas, de hoja siempre verde y floración muy abundante en primavera en blanco; el cantueso o cabeza de asno, conocida aromática de hojas alargadas, grises y de floración con espigas azules; otros menos espectaculares como la mijediega, hacen que sea un ambiente con mucha diversidad vegetal y, en consecuencia, faunística. Conejos, perdices, lagartos, serpientes y multitud de insectos. Asimismo, espacio de caza del zorro, el águila culebrera o el cernícalo.