Introducción
Aesculus hippocastanum
Originario de las zonas montañosas de los Balcanes. Vive en lugares frescos y húmedos. No soporta bien la vida en la ciudad, pero aquí, gracias al suelo natural (no pavimentado) y la situación a cobijo del monasterio, están bien.
Es un árbol alto, hasta 20 m, pero aquí se poda para que su altura no tape las partes altas del conjunto arquitectónico. Las hojas son caducas y formadas por cinco folíolos que en otoño toman bonitas coloraciones ocres. Sin hojas, es fácil de identificar por las grandes yemas en los extremos de las ramas.
Hace unas bonitas floraciones en forma piramidal con flores grandes de color blanco-rosado. Su fruto es una cápsula que parece un erizo con pinchos blandos. Dentro de él, las semillas son tres castañas que caen al suelo al madurar el fruto en otoño. No son comestibles. Antiguamente, era costumbre colocar collares de castañas en los armarios para evitar las polillas.
Hipposcastanum significa 'castañas de caballo'. Los turcos las daban a los caballos para facilitar su respiración.