Introducción
Nos encontramos en un bosque rebrotado tras un importante incendio en 1993, como pasa de vez en cuando en otros bosques de estas características. Después del incendio, el primer árbol en aparecer, aunque no autóctono, es el pino blanco, favorecido por la luz directa del sol.
En este punto, pero, vemos un roble pequeñito que ha podido nacer gracias a la sombra de los pinos, ya que una bellota no germina si no hay un bosque formado que le proporcione sombra y cierta humedad. Poco a poco este roble se hará grande dando más bellotas que podrán seguir reproduciéndose y sustituyendo el pino.
El resto de vegetación propia del secano mediterráneo, se caracteriza por una gran abundancia de romero, aulaga y algún lentisco como especies dominantes.