Introducción
Estamos en el cauce del torrente del Abaus, un curso de agua exiguo pero prácticamente permanente, con un entorno relativamente alterado antròpicamente. Y podemos observar una comunidad vegetal muy típica de lugares húmedos y muy nitrogenados y poco o muy alterados por la actividad humana: la ortiga. De hecho, aquí en este punto constituye un ortigal, es decir, un lugar concreto donde predomina claramente esta especie. Todo sabemos que la ortiga tiene mala fama, puesto que su contacto produce la conocida urticaria en la piel. La verdad, pero, es que es una planta con unas propiedades medicinales y gastronómicas que, a pesar de que se ha perdido la costumbre, son dignos de mención. Hay que saber que una vez hervidas pierden las puntas irritantes. Alguien se anima a cosechar y comer ortigas? Se pueden hacer sopas, cremas, freídas con miel, rebozadas,...