Introducción
En la plaza de En Bleda, un rellano donde se cruzan caminos, encontramos el alcornoque del Llamp (es decir, del rayo). Este es un árbol grande que recibió la descarga de un rayo años atrás. Desde aquel día, el árbol ha quedado medio vivo y medio muerto. De hecho, según explica el campesinado, las encinas y los alcornoques atraen a los rayos; por este motivo, las personas que trabajan en el bosque y en el campo evitan guarecerse en estos tipos de árboles durante las tormentas.
La actividad corchera aún está viva en las montañas del Montnegre y El Corredor, y esto se evidencia con el aspecto bicolor de los árboles (tienen un tono grisáceo en las ramas de la copa y rojizo en los troncos que han sido descortezados recientemente).
Ahora nos encontramos de camino a la cañada de Can Montasell. En este paraje donde antes había habido viña, ahora encontramos un bosque de encinas y de alcornoques. Junto a las encinas, los arbustos y las hierbas típicamente mediterráneas hay varias especies de carácter submediterráneo: abundan los robles, el mijo, la lechetrezna de bosque y la madreselva.