Introducción
En esta pequeña zona en la que no se encuentran los típicos pendientes de la Gotzera, se ha formado esta balsa natural que se llena con agua procedente de la lluvia.
Las vacas van a beber allí, pero prestad atención en el gran número de huellas que se encuentran dentro de la balsa; son de jabalí.
Cuando no hay agua y solo queda barro, los jabalíes aprovechan para hacer baños de barro con los que eliminan los parásitos de su piel (piojos y ácaros, entre otros).
Al salir de la balsa, se frotan en los árboles cercanos; basta con mirar las cepas y las partes bajas de los troncos Incluso, si los examináis de a cerca, encontraréis algunos pelos pegados. Además, en algunos árboles, a la madera, están las marcas de cortes hechas por los colmillos de los machos más viejos que marcan así su territorio.