Introducción
El tilo (Tilia platyphyllos) es un árbol de hoja grande, que se encuentra de forma aislada en los bosques caducifolios, en los rincones más húmedos. Las hojas son parecidas a las del avellano, ya que acaban en punta y están cubiertas de pelos en la cara inferior. De las semillas del tilo se obtienen aceites aromáticos con usos en cosmética y también sirven para combatir la caída del cabello. La infusión de las flores es tranquilizante y, de hecho, a menudo se utiliza también para combatir el insomnio.
Además, vemos un gran ejemplar de roble, tipo de árbol más abundante en este lado sombrío que de donde venimos. Volvemos a encontrar una coronilla y, ahora, otro arbusto típico: el cornejo, llamado así por el color rojo de sus ramas jóvenes en invierno y por el color de sus hojas al llegar el otoño. La madera es de buena calidad y se utilizaba para hacer piezas pequeñas y mangos de herramientas. Tiene un crecimiento invasor en forma de zarzal.
Por otra parte, la humedad mayor de la umbría favorece la abundancia de hiedras por tierra y, si os fijáis, en los márgenes del camino se pueden encontrar fresas.