Introducción
Acer opalus
Vamos ganando altura, hemos dejado atrás el encinar y por el camino hemos ido encontrando diferentes ejemplares de tilo, espino blanco, fresnos y cerezos.
En este punto destacan un conjunto de arces blancos, aunque también podemos observar grandes ejemplares de roble albar y pequeños fresnos y cerezos.
Los arces blancos se crían salpicados en bosques rocosos sin formar masas muy densas. Su madera es de buena calidad y muy apreciada por torneros, carpinteros y carpinteros. El color de sus hojas en otoño se vuelve rojizo y salpica la ladera de un precioso rojo intenso.
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