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Taray

Ficha

Introducción

Y aquí tenemos otro elemento aislado en medio de la aparente monotonía de la llanura agrícola: un taray. ¡Pero qué taray!

Acostumbramos a verlos cerca del litoral, incluso en la arena de las dunas de algunas playas, como unos arbustos no muy altos, castigados y empequeñecidos por el embate de los vientos marítimos.

Es una especie de tronco agrietado y de hojas pequeñas muy bien adaptada a terrenos con alta salubridad. Suele crecer en arenas y lagunas costeras, a lo largo de ríos y corrientes de agua.

De hecho, es un árbol, pero pocos ejemplares pasan de la forma arbustiva o de arbolito a lo más, ya que al ser de crecimiento lento casi siempre desaparecen antes de alcanzar una forma arbórea considerable, tanto por causas naturales como por el aprovechamiento de la madera por mano humana. Pero hay excepciones, como el ejemplar que tenemos a la vista en este margen justo al principio del camino de acceso a los cultivos que tenemos a la derecha. Un taray en forma de árbol es, pues, una rareza, que alcanza, excepcionalmente, alturas de 8 metros o más.

Antiguamente, sus pequeñas ramas y corteza se habían utilizado como astringentes. En el pasado se fabricaban recipientes con su madera para que pudiesen beber agua las personas afectadas del bazo. Por la flexibilidad que ofrecían, sus ramas se utilizaron como maromas para norias.

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