Introducción
Después de cruzar por tercera vez el Celrè llegamos a los restos del molino harinero de Can Rigau. Se aprecia la antigua balsa y el cárcavo, el túnel por debajo del antiguo edificio del molino conducía las aguas hasta el carrete que hacía girar las muelas. Si rodeamos la ruinas del molino todavía encontraremos entre las hierbas alguna muela rota. El riego que llevaba el agua al molino discurría por el camino que seguimos y ya no se reconoce.
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