Introducción
Si hablamos de águilas, la reina indiscutible de estas crestas es el águila perdicera (Hieraaetus fasciatus). De gran envergadura, con el pecho blanco, las alas oscuras y la cola clara con una barra oscura en la punta. Sobrevuela estas cimas buscando presas como perdices o gaviotas. Las hay en los acantilados y se queda entre nosotros todo el año. Otra águila un poco más pequeña y de plumaje más claro, llega en marzo y se va en septiembre. Es la culebrera europea o àliga marcenca (Circaetus gallicus) que coge el nombre por el mes en el que llega del África subsahariana. Las hay en árboles y se alimenta de serpientes y lagartijas.
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