Introducción
A medida que vamos subiendo, la humedad disminuye, la exposición a los rayos del sol es más fuerte y el suelo es más delgado. Aquí, el encinar litoral toma las características de encinar montañoso y convive con el durillo, que es más húmedo que la encina y que se encuentra en rincones.
Algún boj, falsos aladiernos y madroños se mezclan con las encinas, logrando alturas considerables. También encontramos, aunque de manera más puntual, enebros y lentiscos.
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