Introducción
Los característicos acantilados de litoral de Tossa de Mar esconden cuevas marinas muy interesantes. Desde este punto, mirando la costa en dirección norte, podemos ver las entradas de las cuevas de Ca la Bona y de la cueva de Sa Gatera, visitables vía marítima.
Sobre el acantilado destaca el pino carrasco (Pinus halepensis). Lo podemos encontrar casi a la orilla del mar. Este árbol es un rasgo distintivo del paisaje costero del municipio. Es el único árbol que tiene capacidad de adaptarse a los acantilados, donde las condiciones ambientales son muy rigurosas (terrenos con un suelo erosionado y pobre, secos, expuestos a los temporales y la salinidad, etc.). Fruto de las interacciones con este entorno severo el árbol se desarrolla configurando formas muy peculiares y características, a menudo de singular belleza.