Introducción
Bonita vista del portal de Sòls de Vila.
Los cultivos de cereales y forrajes alternan con frutales también de secano: almendros y olivos son los más abundantes, la viña desapareció después de la filoxera a finales del s. XIX. Los olivos sufren un poco cuando el invierno es frío; así pues los almendros son los mejor adaptados.
Estos frutales son de elevado valor ecológico y paisajístico. Las floraciones engalanan el valle y su fruto es fuente de alimento a roedores y otros vertebrados. El tratamiento del suelo, menos intensivo que en los cereales, favorece la presencia de plantas anuales que, con su floración, atraen multitud de insectos y, estos, a su vez, de pájaros depredadores.
En la cepa de algunos almendros y por los bordes del camino encontramos este jazmín de flor amarilla (foto). Es silvestre, pariente del jazmín de olor, cultivado para obtener el perfume. Florece en primavera-verano y vive en estos ambientes de solana y a menudo pedregosos.