Introducción
Las grutas son una formación típica de estos riscos calizos como lo son las cuevas o simas. Sólo hay que mirar, de lejos, el risco alto del Montsec para verlo surcado de grutas y depresiones en toda su altura. Allá arriba anidan las chovas piquirrojas y por ello de estas depresiones también se llaman "gralleres" ("gralla" es su nombre en catalán).
Las grutas a ras del suelo tenían una función vital para los nómadas del tiempo: eran unos refugios naturales perfectos. Por eso los pastores no tardaron en cerrar el pie de la gruta y convertirlo en corrales. El siguiente paso era levantar pared frontal hasta el techo natural para tener una pequeña estancia. Esta estancia de la cueva de en Rossell se convirtió en refugio alrededor de 1986 (según libro de reseñas) hasta 2013, cuando se comenzaron unas obras de acondicionamiento, hoy (2016) paradas.
Nótese el hedor de cabra que hace este rincón. Los ejemplares asilvestrados todavía saben encontrar los buenos corrales.
Si miráis a través de las ventanas, fijaos en los ingenios que se han hecho para captar el agua de lluvia que se escurre pared abajo.
Ahora seguimos por el sendero del GR abajo hasta encontrar la pista, que cruzaremos tan pronto como la encontremos.