Introducción
Caminamos por el desfiladero de Collegats rodeados de paredes verticales, hábitat idóneo para especies como el avión roquero y el treparriscos.
En este punto destacamos una colonia de aviones roqueros que, a diferencia de las otras especies de golondrina, podemos ver todo el año en nuestra casa. El avión roquero hace su nido fabricado con barro y con forma de copa en paredes verticales, riscos, cuevas, cavidades y precipicios.
Suele volar a gran altura y al lado de los acantilados y llama la atención por sus malabarismos en pleno vuelo, haciendo rápidos ascensos y descensos.
Se trata de un pájaro insectívoro y, por tanto, colabora con el hombre a controlar plagas de insectos y mosquitos. Es precisamente por esta tarea que, como las otras especies de golondrina, es una especie protegida por la ley en Cataluña.