Introducción
Unos metros más atrás, por el camino, hemos atravesado una zona de terreno más árido, en el que hemos encontrado algunas especies como el asnallo, la Reseda stricta y la albaida, eso nos ha delatado que nos encontrábamos sobre un suelo con gran presencia de yeso. En ninguna parte de Europa se presenta una vegetación gipsícola tan bien caracterizada y estructurada como las tierras áridas de la península. En Cataluña las encontramos principalmente en las comarcas de Anoia, la Segarra, la Noguera y la Ribagorça.
En estos llanos cercanos al pantano, observamos la presencia de olivos e higueras, lo que nos hace pensar en el aprovechamiento agrícola de estas tierras en un pasado no muy lejano.