Introducción
El poco caudal del torrente hace que el chorrito de la fuente sea difícil de aprovechar. A menudo, una hoja en el caño lo separa de la pared. De ahí su nombre. Nos detenemos y dejamos trabajar los sentidos. El susurro de las hojas sacudidas por el viento, el canto de los pájaros, el rumor del agua... Si salimos de este oasis del torrente, los campos de cereales expuestos al sol y sus márgenes enzarzados dominan el paisaje. Por ello, estos hilos de agua tienen también gran valor paisajístico, ya que enriquecen el paisaje mayoritario. Ofreciéndonos otros espacios donde disfrutar y pasear por la naturaleza.
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