Introducción
Camino de Aulàs que sube a Sapeira. Los muros de piedra seca a ambos lados nos hacen saber que era un camino importante. Pasa entre campos, bajo una bonita bóveda de robles y boj, salpicado de arces blancos y arces menores o quejigos. Abajo seguimos viendo el eléboro fétido y las hiedras.
Por estos caminos no sólo pasaban las personas sino también los animales de carga (libres de carro) y los rebaños. Los muros servían para delimitar el camino de los campos de al lado.
Poco a poco iremos ganando vistas sobre el valle de la Terreta y Sapeira ya asoma por encima nuestro. Vamos encontrando tocones viejos de robles que han perdurado a lo largo del tiempo. Su cuello, ancho y deformado, es resultado de los rebrotes que se han ido cortando.