Introducción
En un paisaje donde la roca de origen calcáreo se encuentra agujereada formando cuevas, pozos, simas y barrancos es difícil encontrar agua superficial fuera de las temporadas de lluvia, cuando esta se encharca en las zonas más arcillosas. Es por esta razón que las surgencias de agua en forma de fuentes o minas son tan apreciadas por la fauna salvaje. En esta fuente es donde desovan las ranas por lo que a principios de primavera podremos encontrar los renacuajos.
Si estamos atentos a las zonas cercanas a esta y a otras fuentes, sobre todo en las zonas fangosas, podremos apreciar huellas de fauna salvaje como el corzo (en la foto) o el jabalí, más ancha que la del corzo. Las huellas forman parte de lo que llamamos rastros, señales que nos evidencian la presencia de fauna que difícilmente se dejará ver.
¿Sabrías encontrar otros rastros? Es una buena manera de entretener a los más pequeños que nos estén acompañando.