Introducción
Fijaos en este pino, sobre todo en el tamaño de las piñas, algo que lo delata. Son pequeñitas y muy redondeadas, por lo que se trata de un pino albar. Todavía son árboles jóvenes pero ya se ve que tienden a hacer un tronco largo y muy recto de color anaranjado o rojizo en las partes más altas, color que les da el nombre.
El resto de vegetación delata un terreno duramente afectado por los incendios. Matorrales bajos y bastante leñosos como la carrasca y el romero, que están muy bien adaptados al viento y la sequía, protegen el suelo de la erosión permitiendo que en un futuro se pueda ir instalando el bosque.
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