Descripción
La fundación del monasterio de Sant Cugat d’Octavià se sitúa en el siglo IX, en el contexto de la expansión del monaquismo benedictino en los condados catalanes bajo el impulso de la monarquía franca. Durante los siglos X y XI la comunidad de Sant Cugat experimentará un gran crecimiento y tendrá bastante influencia política y espiritual en la diócesis y en el condado de Barcelona. En 1931 fue declarado Bien Cultural de Interés Nacional.
El claustro del Monasterio contiene uno de los conjuntos de escultura románica más destacables de Cataluña y del románico en general. Sabemos que se estaba construyendo en 1190 y conserva la firma del maestro Arnau Cadell, que consta que vivió en el monasterio.
El conjunto de edificaciones del Real Monasterio está formado por la iglesia que tiene adosado el campanario, el claustro y sus construcciones anexas. Delante de la iglesia se encuentra el edificio del Palacio Abacial. Otros elementos del conjunto son el Portal Mayor y la Cruz de Término. Rodea el recinto, hacia el sur y el este, el muro de la antigua muralla exterior.
En Sant Cugat hay un museo de concepción nueva y moderna. Un museo descentralizado, con varias sedes en diferentes puntos de la ciudad, que conforman la red de Museos de Sant Cugat. Su sede principal es el Museo del Monasterio. Este espacio acoge una exposición permanente que explica la evolución arquitectónica del Monasterio, así como los aspectos más significativos de la vida de su comunidad benedictina. Además, encontrará exposiciones temporales de diferente tipología.
El claustro del Monasterio contiene uno de los conjuntos de escultura románica más destacables de Cataluña y del románico en general. Se trata de los 144 capiteles que conforman el entorno del patio. Obras del maestro Arnau Cadell, de gran nivel artístico, y muy cuidadas en los detalles, como puede verse en la inscripción donde se le identifica como autor del claustro, insólito en el contexto medieval.
Foto: Mané Espinosa / Sant Cugat del Vallès