Descripción
El puente del Climent, construido por el contratista de Vilada, Climent Simon Aguilar, alrededor del año 1930, es uno de los puntos más bellos del municipio, puesto que desde este lugar se puede contemplar el río Mergançol y la vegetación de su alrededor, así como también oír el canto de los pájaros que viven en estos bosques de ribera.
Este puente de 50 m de longitud permitía superar el valle del río Mergançol en las tareas de retiro de árboles cortados, pero este también había sido lugar de paso para ir a pie al monasterio de la Portella y la Quar.
Por otra parte, gracias a la iniciativa del Ayuntamiento de Vilada y la Diputación de Barcelona, se han podido realizar obras de mejora del condicionamiento global del puente. Además, se han intentado arreglar aquellos puntos en los que la erosión y el deterioro progresivo del puente eran peligrosos para los peatones.