Descripción
Situada al este del pueblo encontramos la cala de Aiguafreda. Esta pequeña cala, resguardada por el monte Rodó, goza de un muelle para las embarcaciones. La tranquilidad que la rodea, junto con la fuente de agua de la que dispone, la convierte en un lugar perfecto para celebrar comidas familiares y disfrutar, al mismo tiempo, de la belleza del paisaje. Esta es una cala naturalmente recogida y protegida por la punta Plom y el cabo Sa Sal, que conserva, casi intacta, su belleza ancestral, y destaca por su calma y la calidad de sus aguas, puras y cristalinas.
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