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Los balnearios

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Arquitectura
Ficha

Introducción

La villa de Tona ha sido tradicionalmente agrícola y ganadera. Sin embargo, desde el 1874 y durante la primera mitad del siglo pasado, el descubrimiento de la presencia de aguas sulfurosas en el subsuelo provocó que se convirtiera en una población residencial y de veraneo, con la fundación de los diversos balnearios (Balneario Ullastres & Co., Balneario Segalers, Balneario Roqueta y Balneario Codina). Los balnearios tuvieron un gran impacto económico en la población: supusieron un importante impulso económico, social y urbanístico por el pueblo, y convirtieron Tona en un centro de veraneo de primer orden, como se puede comprobar en muchos de sus edificios.

El descubrimiento de la primera fuente de aguas sulfurosas tuvo lugar de manera ocasional en 1874 de la mano del Dr. Antoni Bayés i Fuster, en el lugar donde posteriormente fue creado el Balneario de Ullastres. Este balneario, después de haber funcionado 111 años, cerró las puertas en 1987.

El cuarto y último balneario que se abrió en Tona en 1929 fue el del manantial de la Codina, el único que queda en funcionamiento. Al pie de la carretera de Tona, en Collsuspina y Manresa, favoreció un crecimiento urbano en torno suyo con la construcción de importantes casas señoriales, como las torres Caminals, Canals y Bohigues.

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