Introducción
El cerro del Pi, a pesar de su modesta apariencia, destaca por ser una formación de margas grises de Igualada, lo que le confiere una singularidad única. Además, es uno de los puntos más altos de la cuenca, convirtiéndose en un mirador estratégico desde el cual se puede observar Igualada y más allá, hasta la comarca de la Anoia y otros municipios situados en las proximidades. Su primera mención se remonta al siglo XII como punto de referencia entre dos molinos, denominado "Podio Morelli" o "Puig dels Moros". Este lugar ya adquirió relevancia en época medieval, siendo un punto clave para la población local. Tras haber sido olvidado durante un tiempo, durante la Guerra del Francés en 1813, se identificó nuevamente como un lugar clave para controlar Igualada, reafirmando su importancia histórica y convirtiéndose en un punto defensivo dentro de la estructura bélica de la época.
Se incluye la única imagen existente del Fort del Pi aún en pie, a finales del siglo XIX. En ella se pueden observar parte del talud defensivo, las troneras de la azotea y el ventanal artillero orientado hacia Igualada.