Introducción
Durante el verano los pastores pasaban muchas jornadas en montaña, dormían aprovechando cuevas, cubriéndose con pieles y ropa.
También construían cabañas muy próximas a los prados, utilizando los recursos del entorno, piedras y tierra. Ponían hiladas de piedra unas sobre las otras, y la planta podía ser circular, rectangular o irregular, según el terreno, y hacían el techo abovedado.
A la izquierda del camino veremos un pequeño bosque de abedules. Son los primeros árboles a crecer después de que un alud arrase un bosque, crecen deprisa y resisten muy bien el frío.
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