Introducción
El suelo que pisamos a menudo es de roca que aflora hasta la parte más superficial. El camino va subiendo por el bosque de manera suave y agradable, y atraviesa de vez en cuando algunas albercas de greses, que destacan en medio de las margas, más blandas (foto). A medida que ganamos altura la vegetación cambia. Cuanto más al norte nos encontramos, el régimen de lluvias hace que domine el roble pubescente con boj excepto en las crestas más elevadas donde, por acción del viento, el bojedal es la vegetación natural por excelencia. En este sector encontramos claros de hayal con algún espino y enebro. El bosque es muy compacto y robles, hayas y bojes hacen túneles en medio de la densidad.
Las vistas en este punto son un añadido placentero, por la loma oriental vemos el monte Empir, ahora en ruinas, la ermita de Santa Margarida y pastos llucetans. Al fondo se distinguen riscos, e incluso, el Montseny.