Introducción
Masía del siglo XVI conocida también como Can Pasqual. En la fachada lateral de la torre se distinguen las aspilleras y sobre el ventanal inferior se puede ver una piedra con un dibujo de la primitiva masía (fíjaos bien porque está tapado por una viña).
El origen de las torres de defensa del litoral del Maresme se encuentra en los ataques o razias de los piratas. Su objetivo era robar, secuestrar y pedir dinero para el rescate. Los tesoros mejor pagados eran las personas, por las que se pedían rescates carísimos.
El propósito de la torre era realizar una buena defensa desde su interior y resistir unas horas a resguardo (tiempo que tardaba la gente del pueblo en organizar una batida de protección en la masía sitiada). Estas torres eran difíciles de conquistar porque no tenían ventanas y su acceso no se encontraba al mismo nivel que el de la masía. Además, las aspilleras, estas aberturas alargadas de la fachada, servían para disparar y mantener el enemigo a raya.
Con el paso del tiempo, las torres perdieron su utilidad y pasaron a formar parte del edificio principal, al que daban un toque más señorial. Incluso los habitantes se añadían al apellido "de la Torre", dado que tener una torre en casa o en el apellido era motivo de distinción.