Introducción
La fuente está emplazada al lado de la entrada de la antigua mina, y si os fijáis bien, aún se ven restos de la antigua tubería que llevaba el agua al antiguo cortijo situado a unos 300 metros de distancia.
Nos encontramos en uno de los numerosos torrentes que tributan en el arroyo de Clarà enfrentados en la antigua masía de Can Cabot y el hecho de estar encajonados al torrente y flanqueados por unos altísimos plátanos, hacen de este rincón un lugar especial.
Los plátanos son árboles muy apreciados por su sombra y que les gusta vivir cerca de cursos de agua y en suelos profundos y frescos. Es un árbol de crecimiento rápido y su madera es similar a la del haya pero más ligera. Se trata de un árbol muy apreciado por los antiguos. Como anécdota comentar que, por ejemplo, bajo un ejemplar de plátano en Atenas, Sócrates tenía sus coloquios sobre la inmortalidad con sus discípulos.