Introducción
Lo que decíamos de los cambios en poco tiempo: he aquí un hermoso y solitario ejemplar de palmito, una de las dos especies de las familias de las palmeras autóctonas de la costa mediterránea europea (la otra sólo se encuentra en la isla de Creta). Se trata de una palmerita que en nuestra costa no suele ser nunca demasiado voluminosa. A pesar de la curiosidad, no es tampoco muy raro encontrarsela aquí, ya que es muy propia de zonas de vegetación baja, carrascas y brozas, de las zonas más rocosas del litoral del macizo del Garraf. En nuestra zona, a pesar de su resistencia a los incendios, es una especie considerada amenazada y está protegida.
Del palmito se aprovechaban las hojas para la confección de cuerdas, esteras, capazos y otros utensilios de todo tipo. Al sur de Cataluña, aún es una actividad artesanal muy recordada que se está intentando recuperar de manera controlada.