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Águilas y currucas

Ficha

Introducción

La pista que marcha a la izquierda pasa entre el aprisco (pleta) Xica y las peñas de L'Àliga. Ante nosotros tenemos la larga sierra de la Guàrdia.

Los riscos que aparecen en este relieve suave del macizo son hábitat de pájaros y plantas rupícolas pero también lugar de cría del halcón, el búho real y el águila perdicera (foto). Todos ellos rapaces de ambientes abiertos. El halcón lo podemos ver pasar rápidamente por encima de nuestras cabezas como un gran vencejo; el águila nos sobrevuela, planeando, haciendo inspecciones de caza; y el búho real, el gran rapaz nocturno, el mayor de los búhos, lo podemos ver al atardecer encima de alguna punta de roca o bien sentir, también al atardecer, a mediados de enero, en época de celo.

Por el contrario, en la carrasca, el pájaro más abundante es la curruca. Fácil de sentir, un tec-tec-tec o un trrrtrrrtrr insistente dentro de las matas, se mueve rápidamente y se esconde como un rayo si detecta nuestra presencia.

En las rocas los pájaros más bonitos que podemos encontrar son de la familia de los mirlos: el roquero solitario, todo el año, y en invierno, el roquero rojo. Se paran encima de piedras prominentes que usan de atalaya de caza (insectos). Hacen el nido en agujeros de roca y entre las piedras. El roquero rojo anida en los Pirineos.

 

Foto cedida por Raúl Calvo Rodríguez

Imágenes