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Garraf blanco

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Geología
Ficha

Introducción

Nos adentramos en la parte más auténtica del macizo. Si miramos atrás, vemos el castillo de Eramprunyà, la ermita de Sant Ramon a su derecha, Collserola detrás y todas las vistas que teníamos de Les Agulles.

Este macizo de cimas redondeadas y sendos valles profundos, está formado íntegramente por roca caliza. El agua combinada con el aire se encarga de disolver la roca formando una serie de estructuras geológicas diferenciadas: la carstificación. Comprende, tanto formas superficiales bien visibles, pedregales, dolinas y lapiaces; como otras subterráneas, las cuevas y las simas.

Más adelante, encontraréis un pequeño lapiaz: disolución longitudinal de placas de roca. Cuando se hallan depresiones en el terreno en forma de embudo, las dolinas nos indican puntos por donde se infiltra el agua superficial hacia el subsuelo y, muy probablemente, la formación bajo tierra de una sima. Si vais campo a través encontraréis muchos agujeros de entrada de agua.

Son interesantes las cazoletas o "cucones" que se forman en la superficie de la roca. Aunque no lo parezca, el agua que se acumula después de llover es de gran valor para la fauna, incluso los sapos hacen la puesta. En el Garraf no hay agua en superficie.

El blanco de la piedra caliza contrasta con el verde oscuro de la carrasca. La roca domina allí donde no hay suficiente suelo ni humedad (por la rápida infiltración del agua) para favorecer la vida vegetal. En los lugares más soleados y secos podemos encontrar prados de listón y cerrillo; en contraposición a lo que puede verse encima de esta roca: el boj (foto). ¿Lo veis?

Allí donde hay tierra y se acumula agua de lluvia, encontramos algunos ejemplares de boj (Buxus sempervirens), testigos del encinar litoral que hubo. También hemos encontrado acebuches de ramitas duras y punzantes, los parientes silvestres de los olivos que cultivamos.

Imágenes