Introducción
Hemos dejado la carretera y entramos en un paseo dentro de un bosque de ribera con árboles bastante altos. Aquí se respira un ambiente tranquilo, un camino ancho, acondicionado con bancos, papeleras y una fuente que nos facilitará la vuelta hasta Guardiola. Todavía encajonado entre montañas, aquí el Llobregat ha dejado suficiente suelo aluvial para que en sus orillas se desarrolle un variado bosque de ribera. Chopos (Populus nigra), alisos (Alnus glutinosa) y sauces (Salix alba), ocupan la primera línea de río; fresnos de hoja grande (Fraxinus excelsior), avellanos (Corylus avellana) y algún plátano (Platanus x hispanica) se sitúan donde el nivel freático les permite.