Introducción
También conocida como encina de la Balma dels Bous, la encina del Vilaró, pese a no estar incluida en el catálogo de árboles monumentales de Catalunya, es un buen ejemplo de árbol respetado, seguramente plantada expresamente, justo al borde del camino.
Los motivos de árbol respetado pueden ser muchos, incluso medio por casualidad sólo a partir del momento en que su aislada presencia ya formaba parte del paisaje cotidiano de los dueños de la importante casa de Vilaró, muy cerca de aquí.
Sin embargo, tal y como veremos más adelante, la recolección de las bellotas de las encinas y de los robles era un elemento más del entramado de la economía campesina de la zona, como base de la alimentación de los cerdos de engorde para la manutención de carne y embutidos del mismo campesinado de la zona. Más adelante veremos los restos de unas tinas de bellotas que servían para conservar estos frutos con agua.
Continuamos por el sendero que sale a la izquierda, dejando el camino principal, para acceder a la Balma de los Bous.