Introducción
En épocas frías, el agua de las balsas e, incluso, de la riera, quedaba helada. Este hielo se cortaba y se llevaba al pozo, en el interior del cual se accedía bajando unas escaleras. Estos bloques de hielo se iban colocando en el pozo hasta que todo el hielo apilado llegaba al nivel de la puerta. Entonces, se cubría con paja y la puerta se cerraba.
En verano, el hielo se iba sacando poco a poco y se transportaba a las ciudades (los viajes se hacían de noche, con los bloques de hielo bien envueltos para evitar que se deshicieran). Allí, estos trozos se comercializaban y eran utilizados sobre todo por la nobleza, para beber fresco o para enfriar los alimentos. También se hacía un gran uso de ellos en los hospitales.
Además, fijaos cuantos helechos se encuentran en la cúpula. La mayoría son helechos de avellano. El de la foto, por ejemplo, es un culantrillo menor y se encuentra en la pared.