Introducción
Por la umbría, sin perder de vista los castaños y los robles, pero ahora añadiendo la presencia de algunos cerezos y de álamos temblones en los claros, entramos en el dominio del avellanal.
El avellanal tiene un papel importante en la fijación del suelo. Este arbusto, que puede llegar a los cinco metros, crece con numerosos troncos, de modo que todos ellos crecen juntos y rectos. Las avellanas maduran y caen en el suelo hacia octubre. Aunque son más pequeñas, saben mejor que las cultivadas. Los roedores las esconden en agujeros esparcidos por su territorio para comérselas posteriormente. Sin embargo, las que esconden y no encuentran, germinarán y harán crecer una nueva planta, de modo que esto contribuye a la dispersión y la supervivencia de la especie.
Las hojas del avellano son utilizadas en la medicina popular. Infusionadas, tienen propiedades vasoconstrictoras y depurativas.
Por otra parte, el helecho más común que encontramos en estos bosques es el helecho de avellanal.