Introducción
A lo largo del Arroyo de Sant Medir, vamos encontrando una vegetación diferente a los bosques de la sierra.
Son mayoritariamente árboles caducifolios, de carácter centroeuropeo, que en otoño dibujan una bonita franja de color amarillo a lo largo de su recorrido. Aparte de los plátanos de sombra y chopos, plantados por los agricultores; además de los robles que acompañan el encinar en estos ambientes húmedos y frescos, hay toda una serie de vegetación característica de estos ambientes. Junto al agua, encontramos los sauces cenicientos (Salix cinerea) y, debajo, la cola de caballo grande que recuerda un limpiabiberones, y a su lado los Carex sp. en forma de cintas. Entre el agua y el encinar, mezclados con los árboles que mencionábamos anteriormente, podemos encontrar otros árboles propios de este ambiente: fresnos, álamos (hay un grupito, pocos metros más adelante a la izquierda), chopos y algún olmo que aún no ha sido afectado por la grafiosis. Por medio de estos árboles, el saúco es un arbusto bastante presente. En los rincones más sombríos, también es posible observar el avellanar con helechos (un ejemplo muy bonito en el camino que va de la senda principal hasta Sant Adjutori y el horno). El avellano está acompañado de un nuevo helecho diferente a los que hemos visto en el encinar. Se trata del polístico.