Introducción
Ya en la cumbrera que limita las masías de Saladelafont y Agramunt, encontraremos una barraca de vid. La barraca está hecha de losas de piedra arenisca roja, seguramente extraída de un pequeño collado que hay un trozo más abajo. Esta piedra, a diferencia del conglomerado, se puede trabajar; la barraca de construcción rojiza contrasta con el color ocre más claro de los bloques de color "pino" a los que está adosada.
Esta barraca situada en un lugar tan expuesto y escarpado nos indica que se aprovechaban todas las tierras para cultivar la viña, incluso las más pobres, delgadas y de mayor pendiente. Entre el s. XVII y hasta la llegada de la filoxera a finales del s. XIX, la gran demanda de vino para abarcar las ciudades próximas hacían de la vid un cultivo rentable.